lunes, 22 de febrero de 2016

Español


Tarot Español o Spanish Tarot
Fournier - 1970


El tarot español es un tarot bilingüe, los nombres de los arcanos mayores se encuentran en español y en inglés, no sucediendo lo mismo con los menores, en cuyas figuras de la corte se encuentran escritos solamente en español.

Este tarot, aparecido en los años 70 (editado por Heraclio Fournier), tal como figura en la carta separadora, está basado en un Tarot Clásico de 1736 (el tarot Luguria-Piamontés) que se encuentra en el Museo Fournier de Vitoria-Gasteiz, Alaba, España.

La impresión de este mazo refleja los grabados originales adjudicados a Giuseppe Ottone (Vercelli, Italia). Los trazos de las ilustraciones se aprecian un poco toscos y las expresiones de las caras y rasgos pueden dar una primera impresión de idea de sufrimiento, o dureza, pero eso se debe al material en que fueron confeccionados los moldes (tallados sobre madera) en 1736. Se lo considera, por su estilo y técnica, un precedente del Marsellés, tal como se lo conoce en la actualidad. La edición se presenta acompañada de un librito, que actúa como guía, y que fuera escrito especialmente para este tarot por Stuart R. Kaplan

El mazo está integrado por 22 arcanos mayores y 56 arcanos menores. Estos últimos se componen de los 4 palos de la baraja: bastos, oros, espadas y copas. Esta baraja se caracteriza por sus imágenes simples sin demasiados agregados extras, de signos o símbolos para complementar la lectura, como sucede con otros mazos.


En los  arcanos mayores encontramos: en el centro, las imágenes clásicas de sus personajes y figuras simbólicas; en la parte superior: el número de la carta, escrito en caracteres romanos (salvo en el caso de El Loco que no posee), y el nombre de la carta en inglés; en la inferior, su designación traducida al español a excepción de la carta nº 13 (que se suele llamar “el arcano sin nombre”). Impreso sobre fondo claro, las figuras tienen un colorido destacado pero suave, no tan marcados como en el marsellés.

Muchos “detractores” del marsellés hacen hincapié en que los arcanos menores de bastos y espadas son fáciles de confundir (a pesar de que las espadas son curvas y los bastos rectos) y que hay que observar mucho para saber cuándo están invertidos. Obviamente se trata de personas un poco inexpertas en el tema. 


La ventaja que tienen los arcanos menores de este tarot es que, además de estar numerados (permitiendo detectar rápidamente la posición derecho/revés), sus colores no se prestan a confusión como podría ocurrir con el de Marsella, cuyos colores varían tanto en el fondo como en el de los objetos, según sea la edición y/o fabricante del mazo.

     

En el Tarot Español los colores de las Espadas son derivaciones del azul, con pequeños detalles rojos, y los del palo de Bastos son derivaciones del verde, con algunos detalles rojos. Es decir, se reconocen fácilmente por estos colores básicos sobre fondo claro, no sucediendo lo mismo con los distintos marselleses por las razones anteriormente explicadas. 

Muchas veces me han preguntado por qué elegí este tarot en particular entre tantos otros. La respuesta es simple: 

1º - Fue el primer mazo que me llamó la atención cuando, allá lejos y hace tiempo, concurrí al 1º Congreso Argentino de tarot (para ver de qué se trataba) y, entre todos los mazos que allí se exhibían, estaba este, situado entre mazos más coloridos o de mejor estética pero simple y directo. 

2º Al no tener demasiado contenido accesorio (letras hebreas, signos astrológicos, etc), es más sencillo situarse en la imagen central, en su simbolismo y prestar atención a las posiciones corporales de las mismas (se miran, se dan la espalda, etc.) agregando más data a la interpretación. Es ideal para comenzar sin tener que diversificarse en los agregados que, en algunos casos, solo reafirman la información que da la imagen central. Muchas veces “más es menos”, especialmente para comenzar.

Luego, siempre existe la posibilidad de ampliar el conocimiento con los agregados que poseen los demás mazos, aunque esto no es absolutamente necesario. Se puede leer perfectamente una consulta con este mazo, dando libre vuelo a la intuición personal  inspirada por sus imágenes, cual actores moviéndose en un escenario que nos cuenten la vida o las dudas del consultante.



Gentileza: Liliana Cavallini

http://tarotenlaweb.blogspot.com.ar/2016/02/tarot-espanol.html



domingo, 31 de enero de 2016

Vieville



Tarot de Viéville
de Jacques Viéville
Herón - 1984





Este Tarot (del cual existe un original completo conservado en la Biblioteca Nacional de Francia) fue impreso en París en el año 1650 por el maître Cartier (“maestro de cartas”) Jacques Vieville, y se considera como un tarot pre-marsellés.

No hay acuerdo si considerarlo parte de la tradición marsellesa o no. Entre quienes sostienen esta última postura, el argumento fundamental es, por un lado, que no fue impreso en la región de Marsella; y por otro (el más importante) que sus láminas incluyen una simbología diferente.

Se conoce poco sobre su autor, pero se tiene conocimiento de que trabajó con un seudónimo posiblemente escapando de la persecución del gremio de fabricantes de cartas, que por aquella época atravesaba una suerte de “guerra” interna. Las cartas eran la nueva moda y en Francia, particularmente, eran furor en todas las clases sociales. Los impuestos sobre los mazos de cartas representaban uno de los principales ingresos del Estado, que llegó a superar incluso al de la sal.

Por este origen algo oscuro, y por sus caprichosas imágenes que rompen con los patrones simbólicos de otros Tarot contemporáneos, se trata de una baraja muy valorada por los estudiosos del Tarot.

Lo primero que llama la atención de este Tarot es que la mayoría de las imágenes están invertidas. Si observamos las figuras de cada arcano, veremos que se orientan hacia la dirección contraria del patrón al que estamos acostumbrados; y esto se hace más evidente en el arcano XII (El Colgado) que no es un “colgado” sino simplemente un “atado” por los pies. 

Hay muchas hipótesis con relación a esto. Hay quienes aseguran que su autor copió las imágenes de alguna plancha de madera original tal y como estaban impresas sin “desdoblarlas” (tener en cuenta que el método de estampación se obtenía a través de un proceso negativo/positivo). Otros creen que sus cartas tienen un simbolismo más profundo y que la inversión fue realizada intencionalmente.

Llama la atención también que los arcanos solamente están numerados pero no tienen nombres. También, que hay una variación en el orden de los arcanos: el VII es La Justicia (en vez de El Carro); el VIII es El Carro (en vez de La Justicia); el VIIII es La Fuerza (en vez de El Ermitaño) y el XI es El Ermitaño (en vez de La Fuerza).


Nos encontramos con imágenes muy peculiares. Entre las variaciones más notables encontramos que El Diablo es un demonio alado, con múltiples cabezas que sobresalen de su cuerpo, y que camina escupiendo fuego; La Torre no es una torre, sino un árbol, y no hay personas cayendo de él sino solo una que observa hacia arriba; o La Luna, donde una vieja se encuentra sentada bajo un árbol, tejiendo con una especie de rueca.

Existe una versión restaurada de este Tarot, publicada por la editorial francesa Editions LeTarot Heron para quienes estén interesados en esta baraja.

Los nombres de las cartas se encuentran en el 1 de oros (Justicia, Ermitaño, Loco, Mago, Enamorados, Templanza, Rueda de la Fortuna, Juicio, Mundo, Papa, Papisa, Emperador, Emperatriz y Sol) y en el 2 de copas (Luna, Estrella, Torre, Fuerza, Colgado, Carro y Diablo) solo dejando afuera a la carta de la Muerte. Muchos suponen que en esa correlación de arcanos se encuentra una regla mnemotécnica asociada a la francmasonería.



Gentileza: Fabián Paredes


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