Tarot Labyrinth
de Luis Royo
En esta oportunidad voy a escribir
sobre uno de mis mazos predilectos: el Laberinto (Labyrinth) del artista
español Luis Royo.
Los arcanos mayores son
monocromáticos, en tonos sepia. Me recuerdan dibujos a lápiz. A primera vista y a lo lejos no
llaman mucho la atención, pero cuando comienzas a observar detenidamente, las
imágenes te van atrapando cada vez más.
Cada arcano mayor está acompañado de
algunos símbolos bastante interesantes y que aportan más significados a la hora
de una lectura.
Los arcanos menores siguen la línea
del marsellés, pero con imágenes mucho más fuertes. Cada palo es monocromático
pero de un tono diferente, haciéndolos perfectamente distinguibles entre sí.
El dorso de las cartas es muy bello,
tanto en color como en diseño. Una rueda con símbolos que parece un ojo
observando.
Nos encontramos ante un Tarot que
encaja bastante bien en la temática “Oscura” (en alusión al simbolismo y diseño
sombrío de los arcanos). Al contemplar este Tarot nos sumergimos inmediatamente
en un ambiente de ensueño (y por qué no, de pesadillas).
La atmósfera
“vaporosa” y el halo fantasmal que todo lo envuelve son sumamente sugestivos y
le dan un toque de dramatismo onírico a cada arcano. No obstante, no es en absoluto un
Tarot rebuscado; no pierde la sutileza de los sueños a la hora de transmitirnos
el mensaje de cada carta, aunque mantiene esa oscuridad inherente.
Cada carta
es un perfecto claroscuro; hay un balance, un equilibrio perfecto entre lo
maravilloso y lo siniestro que encierran. El margen para lo posible y lo
imposible. Da la sensación de que cada carta está perfectamente inacabada,
perfectamente incompleta… dando lugar a tu cabeza a que encuentres la
dirección, la conclusión, o el sentido de eso
que significa “estar perdido” en un laberinto.
Por todo esto, considero que es una
baraja ideal para quienes meditan con los arcanos del Tarot. En lo personal me
ha sido de mucha utilidad en momentos de “ahogo” anímico, en los que te sientes
un poco perdido, desorientado o encerrado. Es un Tarot que ayuda mucho a
desarrollar tu introspección y tu parte intuitiva, y te da pistas sobre la
conexión entre el “mundo sustancial” y el de los sueños.
Lo negativo que le encuentro a esta
baraja es lo innecesariamente ancho de los bordes, que
acota aún más el tamaño de las imágenes (de por sí es una baraja pequeña y esto
le resta puntos para quienes disfrutamos de cartas grandes). Lamentablemente
esta medida ya la ha estandarizado en sus barajas la editorial Fournier, que
edita este Tarot.
Gentileza: Fabián Paredes